🏁 Mónaco 2025: ¿La doble parada cambió algo… o fue más de lo mismo?

La Fórmula 1 intentó revolucionar su carrera más icónica, pero el caos estratégico y la falta de adelantamientos volvieron a dominar la escena.

El Gran Premio de Mónaco ha sido durante años una joya del calendario, pero también una de las más criticadas. Con el paso del tiempo y el crecimiento del tamaño de los monoplazas actuales, el trazado urbano del Principado se ha vuelto casi imposible para los adelantamientos. Como consecuencia, la jornada del sábado —la clasificación— se ha convertido en el momento clave del fin de semana, relegando al domingo a una procesión sin sobresaltos.

Ante esta realidad, la FIA decidió dar un golpe de timón para la edición 2025: implementar dos paradas obligatorias por piloto durante la carrera. La idea era clara: introducir un nuevo elemento estratégico que le diera vida a la prueba y mantuviera al público al borde del asiento.

Pero la teoría no siempre coincide con la práctica.

Si bien la expectativa generada fue alta, el desarrollo del Gran Premio demostró que el impacto real fue mínimo. Algunas escuderías como Racing Bulls encontraron rápidamente la forma de explotar la nueva norma. A través de una jugada de equipo, Liam Lawson abrió paso para que su compañero Isack Hadjar pudiera sacar provecho en pista. No tardaron otros en imitar la estrategia, y lo que debía ser una carrera más dinámica se convirtió en una caótica sucesión de paradas, trenes de coches interminables y bloqueos estratégicos.

Los líderes de la carrera se vieron atrapados en medio del tráfico, mientras el espectáculo prometido se diluía en una secuencia de vueltas sin cambios relevantes.


Mercedes, la gran perjudicada

Uno de los equipos más afectados fue Mercedes. Su estrategia, orientada a retrasar las paradas para tener ventaja hacia el final, se vio totalmente neutralizada por el tráfico. A pocas vueltas del final, sus pilotos seguían sin cumplir siquiera la primera parada obligatoria. Con el enojo evidente tanto en los boxes como en la radio de los pilotos, el resultado fue lapidario: ningún punto sumado y un fin de semana para el olvido.


Conclusión: ¿parar más es mejor?

El intento de la FIA de refrescar el GP de Mónaco con una regla inédita se quedó corto. La doble parada no solucionó el problema de fondo: la imposibilidad de adelantar en un trazado que no se adapta a la F1 moderna. El resultado fue una carrera aún más desordenada, donde la clasificación volvió a ser el elemento decisivo y el domingo se limitó a una lucha estratégica sin brillo en pista.

El debate queda abierto: ¿es momento de repensar Mónaco, incluso a costa de su historia?

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