El siete veces campeón del mundo llegó a Ferrari con la promesa de gloria, pero a mitad de temporada 2025, el panorama está teñido de incertidumbre, dudas y presión creciente.
Por F1 Experiencia
Cuando Lewis Hamilton firmó con Ferrari a comienzos de 2025, lo hizo con la mística de una leyenda que buscaba cerrar su carrera en lo más alto. La Scuderia, con más historia que resultados en la última década, apostaba fuerte: recuperar su identidad ganadora de la mano del piloto más exitoso de la era híbrida. Pero tras nueve Grandes Premios disputados, el matrimonio Hamilton–Ferrari no termina de despegar, y en Maranello ya comienzan a sonar las alarmas.
El sueño rojo, por ahora, no despega
Hamilton aterrizó en Ferrari con siete títulos mundiales y más de 100 victorias en su palmarés. Su llegada fue celebrada como un punto de inflexión: el regreso de un piloto inglés a Maranello por primera vez desde Nigel Mansell. Sin embargo, el inicio de temporada ha sido todo menos ideal. A pesar de haber conseguido un podio y una victoria en la carrera sprint de China, el británico no ha logrado encontrar consistencia ni el ritmo que lo caracterizó en Mercedes durante más de una década.
Actualmente, Hamilton se ubica sexto en el campeonato de pilotos, a 23 puntos de su compañero Charles Leclerc, y a una distancia abismal de los líderes, Lando Norris y Oscar Piastri, que han convertido a McLaren en el equipo a batir.

Lewis Hamilton buscara este fin de semana dar un golpe de timon
Un coche difícil y un compañero implacable
El SF-25 ha demostrado ser un coche competitivo en manos de Leclerc, pero complicado de afinar para Hamilton. La adaptación ha sido más dura de lo previsto. El propio piloto británico lo reconoció recientemente: “Todavía no encuentro la configuración ideal. El coche tiene potencial, pero aún no puedo desbloquearlo”.
Medios italianos, siempre exigentes, no han tardado en cuestionar la apuesta de Ferrari. Desde La Gazzetta dello Sport hasta Corriere dello Sport, los titulares han pasado del entusiasmo al escepticismo, señalando que el arranque de Hamilton “no está a la altura de su leyenda”.
Un asiento complicado: el antecedente de Carlos Sainz
La butaca número 2 de Ferrari ha sido históricamente difícil. Carlos Sainz lo vivió en carne propia durante tres temporadas, en las que fue constantemente comparado con Leclerc. A pesar de ello, el español supo brillar con actuaciones notables, incluyendo victorias clave y podios memorables.
Hamilton, quizá, deba mirar ese camino como ejemplo. Adaptación, paciencia y estrategia fueron claves en el rendimiento de Sainz. Y aunque el británico cuenta con más experiencia y títulos, no está exento de las mismas tensiones internas que suelen rodear al garaje de Ferrari.
La urgencia crece en Maranello
El Gran Premio de Canadá representa algo más que una simple fecha en el calendario: es una oportunidad para cambiar el curso de una narrativa que empieza a incomodar tanto dentro como fuera del equipo. La necesidad de un buen resultado no es solo deportiva, sino emocional. Ferrari necesita calma, y Hamilton necesita confianza.
La presión mediática, la mirada crítica de los tifosi y la sombra alargada de su historial ganador hacen de este momento uno de los más desafiantes de su carrera. ¿Podrá revertir la situación y liderar el resurgir del Cavallino Rampante? ¿O este capítulo marcará un epílogo amargo en su gloriosa trayectoria?